San Silvestre 2008, Odisea en Madrid.

Pues sí tal y como dice el título de la entrada, este año he participado en mi primera San Silvestre y ha sido para enmarcar, en todos los sentidos. Un verdadera odisea.

Hace años que todos los 31 de Diciembre antes del atracón de Nochevieja, veo en la tele las imágenes de dicha prueba, y los dientes se me ponen largos pero no precisamente por el jamón o los langostinos, si no porque siempre he querido correr esta mítica prueba.

El caso es que Antonio y yo nos animamos a participar, y ahí se nos ve en la foto. Como era nuestra primera San Silvestre y no teníamos nada para acreditar que fueramos capaces de correr 10Km en menos de una hora, nos obligaban a salir de en la última oleada, y gracias a unos compañer@s de Puertollano pudimos salir los últimos de la penúltima oleada. Gracias desde aquí por ese pequeño avance en las posiciones de salida.

Los veteranos aconsejaban a los más jóvenes mantener ritmo lento y guardar fuerzas para las cuestas del puente de Vallecas, la verdad es que nunca había visto esas calles de las que hablaban los veteranos, pero según parecía por su tono de voz eran bastante grandes, preferí hacer caso y mantener fuerzas para el final, por aquello de las cuestas.

No se como describir la sensación de estar rodeado de 30.000 personas todas vestidas iguales saltando para mantener el calor en el cuerpo mientras esperábamos la salida, ni tampoco la imagen de la calle Concha Espina repleta de corredores en el momento de la salida, era como un aluvión de hormigas verdes trepando la cuesta de la calle, algo indescriptible, eso es para vivirlo.

A las 18:10 más o menos era la hora de salida de nuestra oleada, nervios, empujones, el corazón ya latía a 140 y aún no nos habíamos puesto a correr. Tras la salida todo el mundo quiere su espacio para correr y puede parecer fácil de encontrar pero os puedo asegurar que no es sencillo cuando corres con tanta gente, tanto es así que yo hasta el punto kilométrico 3 no pude correr a mi ritmo habitual, no había sitio por donde avanzar, tras empezar a correr a mi ritmo recuerdo que al pasar por el Km 5, mitad del recorrido el pulsómetro marcaba 178 pulsaciones y 27 minutos, entre que no pude correr a mi ritmo hasta el Km 3 y que estaba reservando fuerzas para las "cuestas vallecanas" no esta mal. Cuando pasamo el famoso puente de Vallecas y encaramos la avenida de las famosas "cuestas" yo me quedé sorprendido, no por la pendiente si no porque no erán tanto como los veteranos nos lo pintaban a los novatos, yo lo llamaría cuestecillas, más bien. Tras sortear y estar a punto de caerme dos veces por tropezar con gente más lenta o que incluso se paraba en las cuestas Vallecanas paso por línea de meta con un tiempo de 52':50".

Y porque lo de Odisea en Madrid, sencillo de explicar, tras llegar a Vallecas, dejo el chip identificativo en los cajones de la llegada y me vuelvo corriendo hasta Atocha para coger el tren de las 20:15 hasta Puertollano y poder así comerme las uvas en casa con la familia. Yo había quedado con mi hermana en Atocha a las 19:30 para que me diera mi maleta, cambiarme de ropa y montarnos en el tren tranquilamente, pero mi sorpresa es que tras llegar a la estación a las 19:35 mi hermana no está donde había quedado con ella, y claro yo sin teléfono, sin dinero, sin billetes ni nada. Esperando, esperando y esperando veo como el último tren hacia Puertollano se va y mi hermana sin aparecer, cuando ya a las 20:45 aparece mi hermana llorando como una magdalena en la estación, al parecer había cogido un atasco para llegar a la estación y era imposible llegar con sus maletas y las mias. Odisea!!!!
La solución para llegar a casa, quitarle el coche al novio de mi hermana y salir tirando para Puertollano..... conduciendo con la ropa sudada hasta casa para llegar a las 23:45 a Puertollano, comerse las uvas, brindar y después inflarse a cenar.
Pese a todo esto, este año seguro que repito la experiencia, pero esta vez no nos pilla el toro....

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